Si dejamos que los pensamientos negativos adquieran poder sobre nuestra mente, podemos derivar en una depresión.En estos casos el resultado siempre es el mismo: perdemos la salud, el bienestar y nuestro potencial.Puede que hayamos tenido padres muy ocupados y que nos haya tocado gestionar el estrés de cada día sin el apoyo y la guía amorosa de